Enfoque Magazine 3 |
- WASHINGTON Y LA HABANA
- EL COSTO DE OPORTUNIDAD DE LA DILACION
- COMBATE EN CASILDA: LOS INGLESES
- LECCIONES DEL ACUERDO CUBA-UE
- VISITA DE OBAMA LEGITIMIZA AL REGIMEN CASTRISTA
- NO TAN SANTO
Posted: 18 Mar 2016 02:29 PM PDT Por Pedro Corzo, periodista e historiador ![]() La enemistad entre ambos gobiernos estuvo signada por la violencia. La Casa Blanca se empeñó en destronar a la dinastía de los Castro pero el Clan de Biran, aun antes de llegar al poder, había manifestado que su verdadero enemigo sería Estados Unidos, en cuanto triunfara la insurrección. . Si Washington instruyó, armó y financió operaciones militares contra la dictadura castrista, sus enemigos de Cuba apoyaron de diferentes maneras a todos los grupos anti sistema que operaron en ese país, entre ellos, los Panteras Negras, Los Macheteros y los Weatherman, por solo mencionar unos pocos de una larga lista. ![]() Aunque a algunos no les gusta rememorar el pasado, Cuba fue la plataforma militar soviética más importante en el exterior, base de submarinos, de espionaje y varias instalaciones de misiles con capacidad nuclear para destruir ciudades estadounidense. Los Castro a consonó con sus intereses y en el marco de sus planes de ser uno de los protagonistas de la Guerra Fría, auspició una política de subversión en todo el hemisferio con el objetivo de dañar los intereses de Estados Unidos y el establecimiento de gobiernos aliados que también confrontaran con la nación del norte. Los proyectos subversivos castristas se implementaron en diferentes lugares del mundo, África y Asia en particular. Ejércitos mercenarios cubanos ocuparon países africanos. Cuba fue taller para entrenar terroristas de la ETA y del IRA irlandés, también a Tupamaros y narcoterroristas de las FARC. Es evidente que entre ambos gobiernos hubo grandes diferencias, intenciones de mutua destrucción, se espiaron y conspiró abiertamente el uno contra el otro, mientras, en foros internacionales aireaban ácidamente sus diferencias Sin embargo, desde el principio del diferendo hubo un notable contraste entre la actuación de Washington y La Habana. ![]() Por parte de La Habana, como dijera Ernesto Guevara, "el odio como factor de lucha, el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una eficaz violenta, selectiva y fría máquina de matar, nuestros soldados deben ser así, un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal", fue la consigna y la actuación oficial. Fue el gobierno cubano quien ordenó el derribo del monumento al acorazado Maine, una intensa campaña contra la música, el arte y los productos que se fabricaran en Estados Unidos, quien acusó a todos los que se enfrentaban al régimen de agente de CIA, una manera de responsabilizar ante el pueblo, al vecino del norte porque hubieran conflictos en el isla. El slogan, "Cuba sí Yanquis no", repercutió por décadas en todo el país. Correspondencia con allegados en Estados Unidos era un delito no codificado, pero si factor para ser discriminado en la sociedad castrista. Fue el régimen quien inventó las Marchas del Pueblo Combatiente y la Tribuna Antiimperialista frente a la sede diplomática estadounidense. El individuo que tenía un familiar en el extranjero, en particular, Estados Unidos, no era de fiar. Al respecto una colega comentaba hace unos días que por los ochenta una tía visitó Cuba y que esta le preguntó por qué no conversaba con ella, a lo que respondió, "tía a nosotros nos enseñan en la escuela que todos los que viven en su país, son nuestros enemigos" El régimen nunca cejó en su aspiración de destruir a Estados Unidos, solo que su ineficiencia absoluta en la gestión económica, la creciente frustración de la población en el modelo de gobierno que le impusieron, sumado al fin de los subsidios de la Unión Soviética y el riesgo de perder las regalías del chavismo, ha determinado que el enemigo de ayer sea el amigo del presente, con el fin de hacer los cambios que necesarios, para que lo importante siga igual. |
EL COSTO DE OPORTUNIDAD DE LA DILACION Posted: 18 Mar 2016 01:47 PM PDT Por Alberto Medina Méndez ![]() Los defensores de las estrategias más frontales sostienen que generar transformaciones implica encararlas con contundencia. Saben que no se lograrán triunfos de la noche a la mañana y que la implementación puede hacerse secuencialmente, pero siempre transitando un sendero definido. En algunas ocasiones se confunden los términos y se intenta hacer creer que un esquema como el descripto es invariablemente abrupto y desordenado. La tarea consiste en gestar puntos de inflexión, modificando los sistemas de incentivos, de premios y castigos, orientándolos con mayor inteligencia y una eficiencia superior. Los resultados jamás aparecerán mágicamente, pero una categórica mutación de las reglas de juego puede ser vital para alterar el rumbo de los acontecimientos y esperar palpables mejoras en un plazo razonable. Del otro lado, los promotores del gradualismo afirman que las políticas de impacto son bruscas, políticamente inviables y sus consecuencias son inhumanas, nefastas y exageradamente negativas para la mayoría. Es cierto que tomar medidas drásticas produce efectos inmediatos y trae consigo importantes secuelas. Eso es indudable y no debe ser negado. En todo caso, se deben contrastar las evidentes ventajas y los ineludibles inconvenientes que vienen de la mano de esas duras determinaciones. ![]() La invitación a elegir opciones aparentemente más suaves, placenteras, cómodas y políticamente correctas encierra una trampa brutal impregnada de una gran deshonestidad intelectual. Lo gradual ofrece un camino escalonado, pero esa tardanza tiene gigantes costos ocultos que pretenden ser minimizados. No parece saludable esconderlos bajo la alfombra. Cuando se sostiene eternamente un régimen de subsidios inmoral solo para evitar las consecuencias de quitarlo, se debe asumir con sinceridad que se seguirá esquilmando a muchos ciudadanos detrayendo una parte importante del fruto de sus esfuerzos personales cotidianos para sustentar a otros que no lo están haciendo, ni tienen intenciones de hacerlo. ![]() Los economistas saben que las alternativas que ofrece una inversión deben ser evaluadas y consideradas a la hora de tomar la decisión. A eso llaman "costo de oportunidad". En materia de decisiones personales, familiares y también sociales, ese mismo concepto conserva su sentido equivalente. No hacer nada, detenerse frente a lo necesario e inevitable implica también aceptar que esa decisión tiene inexorables ramificaciones para todos. Los eventuales damnificados a los que se intenta proteger deberán postergar la oportunidad de hacer lo correcto y arrancar la nueva era cuanto antes. No se extirpa un tumor por etapas aduciendo que es menos doloroso. Se toma la decisión de enfrentar el problema con coraje y se asumen los riesgos, el circunstancial daño emergente, siempre sabiendo también que hacerlo ahora es mucho mejor que posponerlo indefinidamente. El único caso en el que se decide no hacer nada, es cuando se considera que el paciente está en una fase terminal y no tiene chance alguna de sobrevivir. Allí se opta por garantizar calidad de vida acortando los tiempos de supervivencia. Si el diagnostico de la política es que administran un enfermo sin futuro, sería bueno que lo digan. Si por el contrario, como suelen recitar, el porvenir es sinónimo de éxito, es hora de apurar el tranco porque a este ritmo dilapidarán las oportunidades de corregir errores. La sociedad tiene enormes responsabilidades en esta parodia. No se puede pretender a vivir en el primer mundo sin hacer significativos sacrificios, con cobardía y gradualismo. Es hipócrita creer que se pueden conseguir grandes logros sin atravesar contingencia alguna. Si se desea prosperar, hay que estar dispuestos a hacer todos los deberes. Esta situación actual no es mérito exclusivo de la dirigencia política, sino también de esta sociedad que declama ampulosamente algo que luego no puede sostener con actitudes individuales concretas. Pareciera que quienes dicen aspirar a los cambios, no lo desean con tanto fervor. Cierta actitud timorata, ambigua, repleta de dudas y contradicciones, invade las mentes de quienes desean progresar, mientras prefieren permanecer en la zona de confort que les ofrece la continuidad infinita. Es posible que la victoria final esté a la vuelta de la esquina, pero no se llega hasta allí con ridículos zigzagueos, posturas temerosas y midiendo cada paso. La meta soñada requiere de valentía y claridad suficiente, ya no solo para alcanzarla, sino para intentar recorrer ese trayecto con convicción. La discusión política prosigue casi sin sentido. Por ahora el gradualismo gana la batalla. Sería bueno que los que apoyan esa visión comprendan que los supuestos perjuicios que pretenden evitar son reales y siguen allí. Aunque no puedan visualizarlo existe el costo de oportunidad de la dilación. |
COMBATE EN CASILDA: LOS INGLESES Posted: 18 Mar 2016 01:52 PM PDT René León poeta e historiador ![]() ![]() |
Posted: 18 Mar 2016 01:14 PM PDT Por Susanne Gratius Profesora de la Universidad Autónoma de Madrid e investigadora asociada de CIDOB ![]() ![]() Desde la perspectiva europea, el acuerdo es una clara victoria de aquellos que durante décadas abogaron por el diálogo y la cooperación – una fórmula ya aplicada exitosamente durante el proceso de Helsinki – y una derrota para los que prefirieron la condicionalidad democrática y la presión, que se plasmaron en la Posición Común de la UE sobre Cuba. Desde La Habana, la Alta Representante de la diplomacia europea, Federica Mogherini, ya anunció que quiere iniciar un debate en el Consejo para desmantelar una Posición Común que considera "unilateral" y finalizada. Para abolirla, tiene que haber una decisión unánime de los 28 Estados miembros de la UE, lo cual ha sido imposible en el pasado, puesto que sobre todo países como Alemania, Polonia, la República Checa y Suecia impidieron levantar las restricciones que supone una Posición Común inicialmente propuesta por el Gobierno de José María Aznar después del derribo de dos avionetas civiles de EE.UU. en Cuba y la aprobación de la Ley Helms-Burton en Estados Unidos. Incluso si no desaparece este documento de una página y media, que ha condicionado las relaciones europeo-cubanas durante dos décadas, es posible ratificar el Acuerdo que, al fin y al cabo, no significa mucho más que institucionalizar una práctica ya habitual de comercio, inversiones, cooperación y diálogo político. LECCIONES DEL ACUERDO CUBA-UE Susanne Gratius, profesora de la Universidad Autónoma de Madrid e investigadora asociada de CIDOB MARZO 2016 393 Centro de Estudios y Documentación Internacionales de Barcelona E-ISSN 2014-0843 D.L.: B-8438-2012. El cambio de la política de Estados Unidos hacia Cuba, la inclusión de la isla en todas las iniciativas latinoamericanas y el proceso de reformas que inició Raúl Castro en 2008 facilitaron poner fin a los habituales vaivenes de acercamiento y distancia que habían caracterizado las relaciones europeo-cubanas en el pasado. En sólo dos años Cuba y la UE resolvieron sus diferencias en materia de derechos humanos y acordaron la lacónica fórmula de la soberanía nacional y el respeto mutuo que también inspiró otros acuerdos que firmó la UE con países socialistas como Vietnam. Si se ratifica el Acuerdo, Cuba dejará de ser el único socio económico latinoamericano sin marco jurídico con la UE, a la vez que sigue siendo uno de los pocos países –junto a Chile y México – que firmaron un convenio bilateral con la UE fuera de los esquemas regionales. ¿Qué lecciones permiten la firma del Acuerdo con la UE y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos? En primer lugar, el fracaso de las políticas de sanción y presión unilaterales en regímenes autoritarios que utilizan estas estrategias para unir filas, a nivel interno y externo, contra "sus enemigos" a través de un discurso anti-imperialista. En este sentido hay que entender las palabras de Federica Mogherini que calificó el embargo de Estados Unidos como "totalmente obsoleto" y los efectos extraterritoriales de "ilegales". Nunca antes un alto funcionario de Bruselas había rechazado las medidas de EE.UU. de una forma tan contundente. En segundo lugar, el cambio de políticas es la prueba evidente de que no tiene sentido mantener sanciones diplomáticas y económicas durante mucho tiempo y con objetivos demasiado generales –un cambio de régimen o la democratización– ya que pierden legitimidad en el país destino y en casa. Este último punto se evidencia por el firme rechazo del embargo por parte de los ciudadanos estadounidenses y también los cubano-americanos. Encuestas recientes del Pew Research Center y de la Universidad de Florida revelan que un 72% de los ciudadanos y un 52% de los exiliados rechazan el bloqueo. En tercer lugar, según como se mire, el cambio de política en EE.UU. y la UE reafirma que o bien la vieja fórmula europea de "cambio por comercio" (Wandel durch Handel)" funciona mejor para apoyar reformas en países unipartidistas y/o menos autoritarios (Raúl Castro frente al liderazgo de su hermano), o no se puede influir en procesos de cambio internos. De cara al futuro, el Acuerdo con la UE refleja los nuevos tiempos de apertura en Cuba que está preparando la post-revolución y la transición hacia un nuevo liderazgo político que supuestamente llegará en menos de dos años, cuando Raúl Castro entregue el poder. Cuando el Presidente actual se vaya, en 2018, la Unión Europea y Cuba celebrarán treinta años de relaciones diplomáticas y económicas. En ese futuro cercano, EE.UU. ya tendrá un nuevo presidente que seguirá o no los pasos iniciados por Obama. Si es un Demócrata, continuará la política de compromiso constructivo de Barack Obama, cuya posición supuso un cambio radical de política y discurso. En 2007, Hillary Clinton, la esposa de aquel presidente demócrata que en 1996 firmó la Ley Helms-Burton, ya reconoció que el embargo no funcionaba. Si el nuevo presidente es un Republicano podría restablecerse, sobre todo de cara a la clientela interna, el viejo discurso del enemigo y castigo. En todo caso, por su presencia en los últimos treinta años, la UE mantendrá una relación mucho más afianzada y sólida con Cuba, mientras que Estados Unidos tendrá que desmantelar la desconfianza generada en más de cincuenta años de aislamiento. Aunque, finalmente, por la cercanía geográfica, la historia compartida y los lazos familiares, la relación de Cuba con Estados Unidos será mucho más importante que los vínculos que comparte con Europa. |
VISITA DE OBAMA LEGITIMIZA AL REGIMEN CASTRISTA Posted: 18 Mar 2016 06:46 PM PDT Dice Ros-Lehtinen ![]() (Washington, DC) – La Congresista Ileana Ros-Lehtinen (FL-27), Presidente del Subcomite del Medio Oriente y África del Norte, hizo la siguiente declaración antes de la anticipada visita del Presidente Obama a Cuba, donde se reunirá con el dictador Raúl Castro. Destacó Ros-Lehtinen: ![]() El Presidente Obama ha cedido y ahora está buscando un viaje que él ha caracterizado como 'divertido' al Gulag de los Castro. El régimen castrista continúa su política opresiva y recalcitrante opuesta al ideal que fundó nuestra nación: la libertad. Antes del viaje del Presidente, líderes pro-democracia han sido detenidos, arrestados, y hasta están siendo advertidos a no salir de sus propias casas. El pueblo cubano está huyendo de su propio país en números record porque, al contrario del Presidente Obama, ellos no ven mucha diversión en ser reprimidos por los tiranos. Cuando el Presidente Obama le dé un saludo efusivo a Raúl Castro, cuya mano es responsable del asesinato de ciudadanos de E.U., debe acordarse de los muchos cubanos que han tenido que sacrificar sus vidas, libertad, y propiedades para escapar de su nuevo socio de negociación." |
Posted: 18 Mar 2016 12:45 PM PDT Luis Marín abogado y politólogo venezolano ![]() Nunca más se habló de los campamentos de las FARC en la frontera, apenas un reportaje de la televisión española se atrevió a mostrar el modus vivendi establecido entre una soldadesca descalza del lado venezolano con los muy bien equipados guerrilleros que deambulan con absoluto dominio del terreno. Los venezolanos observan con la mayor impotencia como los otrora cobradores de vacuna han pasado a monopolizar la propiedad de las fincas, no sólo en la frontera sino al centro del país, mediante métodos que serían cómicos sino fueran trágicos, como cuando le ofrecen a un hacendado una suma razonable por sus tierras y éste responde que muy bien, pero el problema es que su finca no está en venta. Cuando esporádicamente la violencia salpica a la opinión pública, indefectiblemente el gobierno acusa a los paramilitares, pero nunca admite que haya guerrilla en la frontera, que se pone en evidencia por episodios como el reciente en que se denunció del lado colombiano que las columnas guerrilleras que tomaron la población de El Conejo, en la Guajira, para hacer "pedagogía de paz" fuertemente armados, provenían de Venezuela escoltados por efectivos venezolanos, algunos vistiendo prendas militares venezolanas. Los líderes negociadores de las FARC se desplazaron en lujosas camionetas blindadas, decenas de ellas matriculadas en Venezuela, específicamente en el Estado Carabobo, bien lejos de la frontera, pero con un gran vinculo sentimental con el canciller Rodrigo Granda, inolvidable, porque cuando fue capturado en diciembre de 2004 por el comando antiextorsión y secuestro, resultó ser vecino de Francisco Ameliach, entonces presidente de la Asamblea Nacional y hoy gobernador de ese Estado. Su esposa, Yamile Restrepo y su hija Diana siguieron en el país, de hecho, la revista Semana publicó que regentan la empresa Inversiones Granda-Restrepo & Cía., S.C.S., dedicada a la explotación y comercio de oro, un negocio sanguinario en Venezuela. El caso es que las FARC son aquí un importantísimo actor político y económico, pero actúan como una banca de segundo piso, completamente fuera de la vista del público y no van a ceder en nada, sea lo que sea que se firme en La Habana. Son como la policía y el ejército cubano de ocupación, el poder sin aspavientos. |
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